Para dar respuesta ante la clasificación taxonómica del girasol, es imprescindible mencionar que esta planta herbácea ha sido cultivada como un oleaginoso, y además como planta ornamental a lo largo de la esfera terráquea.
Los tallos del girasol pueden alcanzar algunos varios metros de altura y se encuentran acompañados de escasas hojas. Mientras que sus pétalos amarillos, anaranjados o marrones otorgan belleza.
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Origen de la clasificación taxonómica del girasol
En este sentido y en correspondencia a la clasificación taxonómica del girasol es válido hacer mención al origen del mismo. Partiendo entonces que su nombre científico es el de Helianthus annuus, cuyo significado denota a la flor que gira buscando el sol. Es también denominada a lo largo del mundo como jáquima, mirasol, maíz de teja, maravilla, calom y hasta tlapololote en México. (Te recomendamos seguir leyendo sobre la violeta de los Alpes).
De este modo, el origen del girasol se establece a partir de los años 3.000 antes de la llegada de Cristo, específicamente en el continente Americano. Asimismo, es en las latitudes correspondientes al oeste de los Estados Unidos de Norte América y a su vez al norte de México, en donde los grupos originarios se dedicaban a cultivarle. Se hizo con mayor preponderancia en los espacios que hoy pertenecen a Nuevo México y al estado de Arizona.
Durante el recorrido de la historia, el girasol ha sido utilizado como uno de los más significativos productos agrícolas que servía para ser empleado en la alimentación de los grupos aborígenes americanos, muchísimos siglos antes de la llegada de los europeos al continente.
Una vez establecido el periodo de su hallazgo y colonización de las tierras americanas, la semilla del girasol fue llevada al continente de Europa. Específicamente en primer lugar a España gracias a los colonizadores, posterior a ello se extendió por Europa.
Posteriormente, ya asentado en Europa se comenzó a cultivar durante más de dos siglos otorgándole el valor ornamental con el que es particularmente reconocido. Es decir, gracias a su tamaño, porte y belleza durante sus inflorescencias. Ya llegado el siglo XIX después de Cristo, la ciencia determinó la clasificación taxonómica del girasol y con ello la industria comenzó a explotarlo por medio del aceite generoso que el mismo ofrece. El cual se destina a la alimentación de los seres humanos.
Considerando esta acepción, según la clasificación taxonómica del girasol, el mismo posee un 58% de aceites concentrados en su cipselas. La cipsela no es más que el fruto del girasol, del cual se extrae el aceite que se utiliza en la cocina. Además de esto, sirve para la producción de un biodiesel capaz de dar movida a los automóviles.
Asimismo, una vez se realiza la extracción del aceite, el sobrante o harina se utiliza para crear alimentos para los distintos tipos de ganados. Por lo que se concluye la existencia de diferentes tipos de girasoles: los ornamentales, los de confitería o confitura y aquellos que poseen un alto contenido de ácidos denominados oleicos.
Clasificación taxonómica del girasol
Ahora bien, en cuanto a la clasificación taxonómica del girasol se refiere, esta se ubica dentro del reino plantae, es decir pertenece a las plantas. De este mismo modo es como se define que su familia es la asterácea y su orden el asterales. Por lo que dentro de lo que corresponde a su género, el mismo se ubica en el helianthus y su especie es helianthus annuus. (Te recomendamos leer sobre la belladona en homeopatía).
Ya para su clase, se establece en la Magnoliopsida siendo ubicado en la división de Magnoliophyta. En tal sentido que la clasificación taxonómica del girasol responde ante una planta de buena altura, que no posee ramificaciones y que se encuentra constantemente erecta. Dentro de sus características, la misma es anua y posee una serie de hojas visualmente atractivas que van acompañadas por un color amarillo intenso.
Considerando entonces su sistema radicular, el mismo no es particularmente abundante a pesar que la raíz de la planta debe estar profunda para que florezca. Además de estos particulares y en correspondencia a las características orientadas a la clasificación taxonómica del girasol, el mismo posee un tallo robusto y circular, cuya apariencia tiende a ser leñosa. Sin embargo el mismo es totalmente hueco y medularmente esponjoso por dentro.
Generalmente, los girasoles no posee ramificaciones, y sus hojas se alternan en algunas ocasiones con opuestos y grandes rabillos que se encuentran en la parte de abajo del mismo. El fruto de esta planta es aquenio, de forma ovoide, con una semilla que se compone de dos cotiledones de gran tamaño. En este mismo orden de ideas, el girasol posee una inflorescencia única.
De tal modo que las flores del mismo se componen desde el capitulo, saliendo del receptáculo, que es muy amplio y totalmente plano. El receptáculo otorga dos clases de flores, las primeras de ellas son externas, de color amarillo y son las que visiblemente se muestran como mayor atractivo. Mientras que la segunda clase de flores, son las que se ubican en el centro del receptáculo y su forma es tubular.
Usos
Si es de analizar los usos que resultan del análisis producido por clasificación taxonómica del girasol. Los mismos radican en que esta oleaginosa posee un uso fundamental en la alimentación, tanto de los seres humanos como de algunos seres vivos, así como también es una planta forrajera. Es por ello, que de la misma se extrae uno de los aceites de consumo humano de mayor cultivo de expansión y demanda en el mundo durante los últimos años.
En tal sentido que la historiografía mundial, sostiene que los grupos originarios de Norte América hacían uso del girasol para obtener una especie de colorante de color amarillo. De igual manera, de las semillas extraían el colorante de color negro y hasta un azul oscuro. Los cuales eran utilizados como maquillaje para la identificación de las actividades en las tribus como en las hordas. También, con las semillas se prepara un aceite y una harina para el consumo humano.
En la actualidad, se cultiva de manera extensiva con la finalidad de sacar el máximo provecho a sus semillas, para obtener así uno de los aceites más versátiles en el mundo. Este aceite de girasol tiende a ser utilizado en su mayoría como elemento en el mundo culinario, para cocinar y hasta aliñar algunas comidas para realzar el sabor de los alimentos.
Pero también se aprovecha para ciertos productos referidos a la belleza y cuidado del cabello. Es por ello que los países en donde se demanda más la producción del girasol son Argentina, Rusia y Estados Unidos de Norte América.
Otros de los usos que se le dan a este versátil girasol radican en sus componentes para la realización de jabones, margarinas, cosméticos, pinturas, velas y hasta combustibles. Por otra parte, hay quienes se aplican el aceite directamente en la piel con la finalidad de aminorar dolores en los músculos, dolencias causas por la reuma y hasta para masajes corporales.
Pero también suelen ser comida directamente una vez sean tostadas, o se transformen en harina para realizar panes o como ingrediente para la preparación de yogurts.
Cosecha
Una vez entendido que conocer la clasificación taxonómica del girasol permite ampliar el universo correspondiente al girasol, si es de referirse a su cosecha. La misma se debe realizar una vez comience la madurez de la planta. Posterior a que se sequen al menos las dos terceras partes de las hojas, sus flores pasaran de un color amarillo muy intenso a un marrón opaco. Es en este momento donde se recomienda dar por iniciada la cosecha del girasol, partiendo entonces desde la base del tallo.
Siendo así, cuando los capítulos de las hojas comienzan a tornarse de color marrón a uno más oscuro, las plantas estarán totalmente secas y los granos tenderán a desprenderse con mucha mayor facilidad.
Sin embargo, la cosecha puede que se adelante en aquellas zonas donde el cultivo del girasol se realice a mano, dejando entonces secar el grano en una trilla. Mientras que, si la cosecha se realiza de forma mecánica, se deberá buscar el modo en el que sea uniforme la maduración de la semilla de girasol.
En este sentido, se debe evitar en lo absoluto que exista humedad excesiva tanto en la cabezuela del girasol como en el tallo, puesto que esto generaría daños a la cosechadora. Ahora, si la cosecha se realiza a mano se puede utilizar una tijera o incluso un machete para la separación de capítulos y de tallos, y se realiza un corte en forma de bisel. Posterior a este procedimiento, se debe transportar a un espacio que se encuentre abierto, abrigado y ventilado para aprovechar luego los beneficios de la semilla.