A menudo nuestro jardín puede verse atacado por una variedad de hongos que pueden estropearlo gravemente hasta el punto de que si no se controlan, puede perjudicar enormemente nuestras plantas. Sin embargo, existe una opción para combatirlo y el uso de un poderoso fungicida de color azul por lo general, denominado como Caldo bordelés.
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¿Qué es el caldo bordelés?
El caldo bordelés es un producto originado al combinar el sulfato de cobre e hidróxido de calcio (es decir, cal hidrata), que según cuenta la historia fue desarrollado por accidente por los cultivadores de uvas para la elaboración del vino en la región de Burdeos en Francia. Estos individuos, a primera usaron esta sustancia para evitar que la gente no se robara las uvas para comérselas.
La principal característica del fungicida, es su peculiar color azul, el cual se da gracias al sulfato penta cúprico producido por la combinación de los químicos antes mencionados.
El caldo bordelés tiene dos ventajas principales: es efectiva contra una amplia variedad de bacterias fúngicas y parasitarias y es resistente al lavado por lluvia. Además, que si se prepara correctamente, se adhiere fuertemente a la superficie de las plantas después del secado.
Ahora pasemos a conocer la elaboración de este caldo bordelés ecológico, ya que su impacto contra el medio ambiente es muy poco y por tal motivo, es uno de los principales agentes fungicidas recomendados por ambientalistas.
Ingredientes
Para poder preparar caldo bordelés, se necesita una serie de ingredientes los cuales debemos de reunir antes de iniciar la preparación. Estos son los siguientes:
Lo primero es conseguir 1 kilogramo o 2 a 3 onzas de sulfato de cobre. Con frecuencia se consigue en polvo muy fino o en cristales diminutos, para ayudar a la disolución instantánea en el agua. Pero, este compuesto químico también se puede buscar en cristales gruesos, con el detalle que su disolución en el líquido no será rápido y necesitará de agua caliente. Por lo general y es la recomendación, el envase a utilizar en esta disolución debe de ser de madera, vidrio, plástico o de cobre y nunca usar uno hecho de lata, debido a que puede reaccionar mal con este material.
El sulfato de cobre debe de resguardarse en un lugar seco y frío así que debe mantenerse muy bien sellados los recipientes, pero tenga cuidado de hacerlo debido que puede absorber la humedad del aire y se vuelva voluminoso o con cristales grandes, difíciles de disolver.
El segundo ingrediente a conseguir es 1 kilogramo o 2 a 3 onzas de cal apagada o hidratada, es decir hidróxido de calcio. El producto químico debe ser fresco y venir en recipientes sellados. Los envases abiertos no deben usarse en la siguiente temporada, ya que el hidróxido de calcio se debilita gradualmente cuando se expone al aire y pierde su capacidad de neutralizar el sulfato de cobre.
El tercer ingrediente es 1 litro de agua, el cual usaremos para disolver y mezclar los dos compuestos químicos mencionados anteriormente.
¿Cómo se prepara?
Lo primero que se debe de hacer es disolver el sulfato de cobre en el agua en el tanque de rociado. Si el producto se suministra en forma de polvo fino o cristales diminutos, se puede agregar a través del tamiz del filtro cuando se llena.
Además, la cal hidratada o extinguida con agua se disuelve en otro recipiente de plástico para formar una sustancia muy blanca. Para recipientes grandes, puede ser necesario más de un recipiente y al igual que con el sulfato de cobre, esta mezcla debe prepararse inmediatamente cuando se usa, en otras palabras para cada bombeo del producto fungicida, debemos preparar otro.
Lo siguiente, es hacer funcionar el agitador y agregar con detenimiento la sustancia blanca de cal a través de un colador muy fino dentro del recipiente que contiene la solución de sulfato de cobre. Recuerde siempre de agregar más agua para lavar todos los residuos del recipiente si lo amerita.
Es necesario dejar de mencionar lo siguiente y es que los ingredientes para hacer el caldo de bordelés sea medido sus respectivos pesos cuidadosamente. Debido que si queda un poco demás de cobre en la combinación, existe un peligro real de perjudicar las plantas del jardín.
Igualmente se debe de resaltar que el sulfato de cobre se disuelva en al menos el 80% del volumen total de agua en el contenedor, por lo contrario, una suspensión espesa tenderá a formarse inmediatamente y tendrá una adhesión muy precaria en las plantas y árboles del jardín.
Seguidamente, se presentan las fórmulas de preparación habitual para espolvorear en diferentes cultivos:
- Para plantaciones de cebolla, ajo, tomate, remolacha y otros, es necesario: 3 partes de caldo, es decir, un 75 %; y una parte de agua o 2%% de este líquido.
- Para las plantaciones de frijoles, repollos, pepinos, coles y otros vegetales, se necesitan: una parte de caldo, lo que equivale el 50%; y una parte del agua, que sería el 50% restante.
- Para las siembras de tomates y papas, se necesitan: dos partes de caldo más una parte de agua. En este caso, se recomienda aplicarlo cuando las plantas tengan treinta centímetro de altura y que se utilice gradualmente en períodos de 7 a 10 días.
- De hecho, se puede incluso aplicar el caldo puro sin agua en el cultivo de café .
Finalmente, es importante revisar el pH de la solución preparada usando el papel para medir su pH, para tener certeza que éste sea de 6 a 7. En el caso de que el resultado sea muy bajo su pH, habría que añadir más partes de cal y si fuese más alto habría que disminuir la proporción de ésta.
En resumen
Antes de seguir con otros puntos del artículo, debemos de repasar algunas cosas sobre la preparación del caldo.
Caldo bordelés al 1%
Haciendo un recuento de lo explicado anteriormente, para poder realizar un caldo bordelés al 1% es necesario los siguientes ingredientes:
- 1 litro de agua.
- 10 gramos de cal.
- 10 gramos sulfato de cobre.
Pasos para preparar el caldo
- Agregue la cal con agua y remueva hasta que se disuelva, haga lo mismo con el sulfato de cobre pero en otro contenedor. Advertencia, evite usar recipientes de metal o PVC con pintura.
- Una vez disueltos los ingredientes por separado, combinemos ambos, agregando de primero la cal y después el sulfato de cobre en el contenedor plástico final.
- Se procede a realizar la prueba del machete, la cual nos confirmara la acidez de la combinación. Este proceso dura uno 5 minutos, que es el tiempo que tendrá la hoja de la herramienta sumergida. Si la hoja esta oxidada, es necesario añadir más cal.
- Se coloca un calcetín en la boquilla del rociador y luego se vierte la mitad del caldo, se retira el calcetín y se añade el resto del agua.
- Finalmente, solo queda rociar las plantas, especialmente en sus hojas, y nunca hacerlo en el suelo, ya que el cobre elimina los microorganismos del jardín.
¿Cómo se usa?
Este caldo se utiliza principalmente como fungicida en diferentes tipos de cultivo, pero su uso varía dependiendo del momento del año que nos encontremos.
- Árboles frutales: se debe de aplicar en la época de otoño, al principio o al final de este.
- Plantas hortícolas: usar en primavera, por cada dos semanas.
- Plantas ornamentales: se emplea de la misma forma como en las planta hortícolas
Precauciones
Recuerde que al trabajar con el caldo bordelés y sobretodo, en su preparación, se esta manejando una gran cantidad de químicos. Por tal motivo, es necesario mencionar una serie pautas para estar precavidos.
- No mezclar los ingredientes sin protección en la manos, es decir, usar guantes plásticos.
- No es aconsejable su implementación en las plantas pequeñas, las que recién germinan, o las que están floreciendo, incluso antes de cosechar los frutos y vegetales.
- El exceso del caldo bordelés puede ser nocivo para las plantas, llegando a producir que se marchiten.
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