Aphelandra: Descripción, Cuidados, Multiplicación y más

La aphelandra o afelandra es una planta exótica originaria de América del Sur, en concreto de Brasil, y se adapta con cierta facilidad en interiores, siempre y cuando esté en las condiciones idóneas para su desarrollo. Es una planta muy apreciada en la decoración interior gracias a su aspecto tan exuberante.

Aphelandra

Características de la aphelandra

  • Nombre popular de la planta: Afelandra
  • Nombre científico: Aphelandra squarrosa
  • Origen: De Brasil u otras regiones de América Tropical
  • Ubicación: Planta de interior o zona exterior húmeda y fresca.
  • Luz y temperatura: Semisombra y altas temperaturas.
  • Riego: Necesita humedad y riego frecuente
  • Abono: Tierra fértil y fertilizante líquido en época de floración.

La aphelandra florece al inicio del otoño. Para que la aphelandra se desarrolle bien en interiores, requiere de una serie de cuidados particulares, aunque simples, que favorecerán su crecimiento y floración.

A principios de otoño, brotan flores de color amarillo, rojo o color rosáceo, formando una inflorescencia espinada con brácteas de forma cuadrangular que llegan a medir 20 cm de alto y que duran hasta 8 semanas sin marchitarse.

Hay más de 200 especies de esta planta en la naturaleza, pero no todas sobreviven en casa entre las cuales señalamos:

  • Aphelandra aurantiaca (naranja) – tiene hojas ovaladas oblongas, que alcanzan una longitud de 25 cm, e inflorescencias de color naranja brillante.
  • Aphelandra squarrosa (sacarosa): difiere de las vetas pálidas en las placas foliares y de las inflorescencias amarillas claras.
  • Aphelandra tetragona (peinada) – sorprende con grandes inflorescencias de color rojo en forma de crestas y color verde saturado de follaje.
  • Aphelandra sinclairiana (panameña) – puede tener flores de color rosa, naranja e incluso lila.

En la naturaleza, la planta se desarrolla en forma de arbustos o hierba alta y florece en el verano.

¿Cómo cuidar la aphelandra?

Todas las plantas de interior exigen ciertas condiciones para mantener un desarrollo adecuado y en el caso de sus cuidados de aphelandra no son diferentes. Para mantener la aphelandra bonita y florezca en el interior, se debe saber lo siguiente:

Luz y calor

Para una planta procedente de una región tropical el calor es relevante. Muchas flores de interior soportan bien una caída en la temperatura del aire en el invierno a más de 16 grados, no obstante la aphelandra no resiste bien el frío. Para el desarrollo y la floración de esta planta se requiere una temperatura de al menos + 22 ºC.

Además del calor, la aphelandra necesita mucha luz, por lo que el mejor lugar para colocar la maceta son en áreas iluminadas, cerca de ventanas o puertas orientadas al oeste o al este. Si la aphelandra se coloca en el alféizar de la ventana hacia el sur, la planta tendrá suficiente sol y calor, pero será necesario cuidar constantemente la protección del follaje de los efectos nocivos de los rayos ultravioletas directos.

El jardinero aconseja colocar la planta lejos de otras plantas. La afelandra no resiste la cercanía con otras plantas y flores.

Riego

Entre los cuidados de la aphelandra está el riego frecuente. El suelo del tiesto siempre debe estar algo húmedo y para regarlo es mejor utilizar agua tibia suave, como el agua de lluvia o agua calentada. No riegue la planta con agua fría del grifo.

Las hojas y la flor de la aphelandra requieren de mucha humedad. Por eso se aconseja rociar la planta con agua al menos 3 veces por semana, pero sin excederse, hay que evitar el agua o encharcamiento.

Trasplante y suelo

Para el crecimiento y desarrollo de la planta se recomienda un suelo equilibrado con una acidez neutra o débil. La combinación de tierra puede comprarse en una tienda especializada o ser preparada en casa, combinando tierra de césped, humus, turba y arena en proporciones iguales. El suelo debe ser ligero y suelto para facilitar la respiración de las raíces y evitando el estancamiento de agua.

En verano se recomienda agregar un fertilizante de amplia propagación en el agua para regar la planta al menos 2 veces al mes.

La planta requiere ser trasplantada cada primavera, debido a que crece muy rápido y requiere más espacio para seguir su ritmo de crecimiento normal.

Propagación de la aphelandra

Existen diferentes formas de reproducir esta flor exótica, a continuación ofrecemos la mejor forma de hacerlo:

  • Reproducción por Semillas: Las semillas que se emplean para la propagación de las aphelandras se cosechan a principios de marzo y se plantan enseguida, en una combinación de tierra preparada a partir de césped y arena.
  • Esquejes: Es una de las maneras más fácil de propagar la aphelandra, cortando esquejes en enero o mayo. Para ello se requiere, seleccionar las ramas más antiguas y recortar las partes superiores para conseguir un tallo de 15 cm de largo con dos hojas. Se coloca la rama en un sustrato de suelo mezclado con anterioridad, se riega y se cubre con polietileno.
  • Follaje: La técnica de reproducción de plantas con una hoja concuerda con las reglas de los esquejes en crecimiento, solo en el papel del material de siembra es un corte de hoja con un brote axilar de un brote sano.

Poda después de la floración de la aphelandra

La poda se debe realizar, justo después de la floración,cuando empieza el marchitamiento de las inflorescencias.

Después de la floración las hojas inferiores se caen, los tallos se se quedan sin hojas y se alargan. La poda periódica y adecuada, contribuirá a enfrentar este problema.

Los expertos recomiendan podar la planta después de la floración, cortando dos tercios del tronco principal y dejando solo unos pocos retoños en la parte inferior de la planta para un desarrollo futuro. Este procedimiento salvará la compacidad de la flor e incrementará el número de inflorescencias.

Problemas comunes

Existe una variedad de problemas que son típicos en todas las variedades de plantas exóticas. El cuidado de la aphelandra, exige un control cuidadoso de la condición y el color de las hojas, para impedir que la planta se muera.

Después de la floración es común que la planta pierda parte de sus hojas, pero si la hojas caen antes o durante la floración, en este caso, la causa puede estar asociada con malas condiciones ambientales para la planta tales como: sequedad del aire, baja temperatura, luz del sol demasiado directa, etc. Para resolver el problema se debe colocar el tiesto a un lugar ventilado, fresco, húmedo y con luz indirecta.

Si la planta está marchita y sin vida puede que se trate de un problema de excesivas corrientes de aire durante mucho tiempo, lo que debilita las hojas, empiezan a secarse en los extremos y se desvanecen poco a poco. Esto puede ocasionar la muerte de toda la planta, por lo que la aphelandra debe cambiarse urgentemente a un lugar protegido.

Cuando se trata de problemas de nutrición, la planta no florece, las hojas son de tamaño pequeño y el color es un verde sin brillo. Es imprescindible nutrir la planta con microelementos útiles y en casos particularmente, descuidados, cortar y trasplantar a un nuevo suelo.

  • Manchas en las hojas. Las manchas marrones en las hojas de las aphelandras son señal de mucha luz y de luz solar directa. Para resolver el problema basta con buscar otro lugar para colocar la planta.
  • Base del tallo podrido. Cuando la flor se coloca en un sitio húmedo y frío por mucho tiempo, se empezará a pudrirse el tallo de la planta. La planta debe cambiarse con urgencia a un lugar templado y no regar hasta que la tierra se escurra y la flor se recupere.
  • Hojas con color marrón. Además de todas las condiciones mencionadas anteriormente, la aphelandra no podrá crecer y florecer en un ambiente gaseiforme o vaporoso. Este representante voluble de la flora requiere aire fresco, de lo contrario las hojas del verde se tornará en marrón oscuro.

Información adicional

  • La luz para es muy necesaria para que se produzca la floración, pero se debe impedir la radiación directa, por lo que el sombreo es apropiado a lo largo del cultivo.
  • La tierra debe estar siempre húmeda.
  • Si la planta no ha floreado, requiere dos riegos por semana con agua templada.
  • Si la humedad ambiental es alta se puede disminuir el riego.
  • Evitar los saltos bruscos de temperatura y las corrientes de aire.
  • Añadir líquido fertilizante poco concentrado al agua de riego de abril a septiembre, semanalmente.
  • Pódela después que floree para que se formen nuevos brotes.

Plagas

  • Hemitarsonemus spp.: Ocasiona un enrollamiento de las hojas, por lo que se deben separar las plantas infectadas del resto.
  • Pulgones: Producen malformaciones en las hojas. Se controla con diazinon o malatión y también con los insecticidas sistémicos.
  • Cochinillas: Eulecanium corni es una especie dura de combatir, por lo que lo mejor es evitar su entrada.

El malatión es un insecticida de gran efecto de choque y bajo poder residual, proporciona buenos resultados.

Enfermedades de la Aphelandra

  • Podredumbre gris: se debe a la aparición del hongo Botrytis cinerea, particularmente bajo condiciones de baja temperatura y alta humedad relativa.

Es recomendable tener un control de prevención y, especialmente, constatar la humedad por medio de ventilación, disminución de los riegos, etc., así como frenar las posibles fuentes de inóculo.

Utilizar un producto antibotrytis a la dosis que se recomienda.

  • Podredumbres de tallos: Se deben a la aparición de hongos Phytophthora spp. y Pythium spp.

Trastornos

  • Clorosis: Las hojas se tornan amarillas por falta de abono o exceso de luz.
  • Caída de hojas: Por lo general, se debe a la falta de agua, aunque también puede ser consecuencia de una temperatura inferior a 15ºC con exceso de humedad. Por otro lado, las aphelandras son muy vulnerables a las altas temperaturas y baja humedad ambiental que, no solo producen la inclinación o enrollamiento de las hojas, también ocasionan  la caída de éstas.
  • Floración prematura: Se debe a excesiva iluminación, a un incremento brusco de la luminosidad o a temperaturas altas.
  • Quemaduras: Pueden producirse por la exposición directa a la luz solar.

Multiplicación

Es un procedimiento no muy fácil y recomendable sólo para personas con experiencia; de cualquier modo se lleva a cabo por medio esqueje que proceden de los materiales del podado.

Para el enraizamiento de los esquejes se necesita una humedad ambiental muy alta, con el fin de evitar la deshidratación de las hojas, lo cual se obtiene por medio de la nebulización o el uso de tunelillos

Con calor de base de 22-25ºC y una temperatura ambiente de 20-22ºC, el enraizamiento se llevaría a cabo de 15-20 días. Estas condiciones hacen que en los climas templados, el tiempo de reproducción más adecuado sea el otoño o el invierno.

Variedades

Las variedades más conocidas de Aphelandra son:

  • ‘Leopoldii’, de hojas anchas con venas blancas, tallo rojizo, flores amarillas y brácteas rojas.
  • ‘Louisae’, de hojas verde esmeralda con venas amarillas y brácteas color oro.
  • ‘Brockfeld’, lograda en Alemania, de desarrollo denso y hojas anchas de color verde refulgente con venas amarillas.
  • ‘Fritz Prinsler’, lograda en Alemania a partir de ‘Leopoldii’ y ‘Louisae’, de hojas verde oliva con venas amarillentas y flores y brácteas amarillas.
  • ‘Dania’, lograda en Dinamarca a partir de la anterior, de porte más compacto, venas blancas o crema, tallo rojizo y varias flores amarillas.
  • ‘Ivo’, también derivada de ‘Fritz Prinsler’, de color verde oscuro.
  • ‘Silver Queen’, de tonos más claros.

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