El Árbol de Jacarandá , es muy destacado en las regiones donde se ha originado su cultivo en especial en los territorios de Brasil y de Argentina, que también son denominados del trópico y subtropicales, de este genero se dice que se pueden hallar hasta 50 especies diferentes que son cultivadas en otras regiones para darle el uso exclusivo de producción ornamental, de vino (licores), y perfumes entre otros.
Indice De Contenido
- 1 Jacarandá Mimosifolia
- 2 ¿Qué es el árbol de Jacarandá?
- 3 Información sobre la Jacarandá
- 4 Cómo Plantar y Cuidar un Árbol Jacarandá
- 5 Floración de la Jacarandá
- 6 Propiedades
- 7 Usos
- 8 Enfermedades y plagas de las Jacarandá
- 9 Identificar la enfermedad de las Jacarandá
- 10 Ventajas y desventajas
- 11 Mitos sobre el Árbol de Jacarandá
- 12 Distribución
- 13 Hábitat y cultivo
- 14 Toxicidad
- 15 Taxonomía
- 16 Nombre Común/Científico
- 17 Etimología
- 18 Sinonimia
Jacarandá Mimosifolia
El punto de atracción de la Jacarandá mimosifolia, son las distintivas y resistentes flores de colores violetas este árbol es usualmente denominado jacarandá, jacarandá o tarco, particularmente es un arbusto subtropical que pertenece a la familia Bignoniaceae nativa de Sudamérica.
¿Qué es el árbol de Jacarandá?
Es un alegórico árbol destacado de Sudamérica, que ha alcanzado fama en las naciones de Brasil y Argentina, por encontrarse plantado en las partes colindantes a las costas, asimismo en archipiélagos, y en las zonas que le garantice el ambiente climático donde se desarrolla. Ejemplo de esto son relatados aquellos que pueden disfrutarse en el parque María Luisa, ubicados en la localidad de Sevilla.
Y otros que se hallan en las venidas de Santa Lucia en Tenerife estos arbustos en ese lugar son una vivas demostración de ellos. Podemos decir, que la jacarandá es un arbusto de aspecto irregular, que tiene un crecimiento de modo moderado y una copa bastante abierta, su belleza se puede apreciar en los ejemplares más viejos.
Información sobre la Jacarandá
La información que describe al arbusto denominado jacarandá esta basado en el origen donde procede, y en las características que lo identifica, el modo de cultivo, (semilla), raíces y oras.
Origen
Ya hemos comentado de la procedencia de este Árbol Jacarandá señalando las dos naciones anteriores que geográficamente son parte del noreste de Argentina, también de Bolivia subsiguientemente de Paraguay. También cabe resaltar que es cultivado en su totalidad en América, en los ambientes de temperaturas tropicales y subtropicales todo esto lo impulsa para el gran aporte ornamental.
Por ser parte de América del sur, en consecuencia, crece en la selva Tucumano que está centrada en Bolivia, cabe señalar que es un árbol semicaduco, lo que quiere decir que después de un determinado tiempo tiende a perder sus hojas. Vale mencionar que tiene la particularidad de obtener aproximadamente más de 5mt de elevación, presentando hojas muy ligeras que están concertadas en agrupaciones notables de tres a cinco en cada extremo.
Características
Las características que sobresalen del árbol jacarandá, enuncian que presenta una corteza con grietas bastantes profundas, algo torcida que también tienen un aspecto corchoso, observándose que son cortas y abiertas y que se distribuyen en toda su corteza.
Su gran frondosidad es caduca, en comparación con otros arboles la forma normal que tiene es diferente y suele botar las hojas en cada tiempo del año, sin embargo, mayormente ostenta una copa con forma de sombrilla, notándose que estos árboles en ocasiones han logrado encontrar otros ejemplares con forma piramidal, aunque vale decir, que generalmente el modo es ovalado y bastante irregular.
La estructura muestra numerosas ramificaciones y un follaje que llegan obtener un radio de 10 a 12 metros en aproximación, particularmente el crecimiento es lento, con algo peculiar y longevo, describiéndose que alcanza vivir por más de 100 años. En primavera luce su floración y en ciertas temporadas de verano específicamente a finales o de igual forma a principios de otoño.
En cuanto al fruto tiene forma de una especie de cápsula seca, que oscila a medir de 6-8 Cm de largo, con una orilla algo ondulada, de color verde/castaño, se caen cuando ya están maduros, como si fueren torrentes leñosos.
Semilla
Sus semillas, son numerosas y livianas con características membranosas que miden 1 a 2 diámetros. Algunos han llegado a comparar estas semillas con una castañuela por lo que aparenta una forma de instrumento de madera.
Por lo particularidad de la naturaleza, la semilla biológicamente es la consecuencia del óvulo después de ser fecundizado por un átomo de polen. Según la descripción de la misma, esta constituye un género de embrión que se halla en una etapa de vida latente con tejido nutritivo que se encuentra cercado por una capilla que tiene por nombre epispermo que viene hacer una cubierta exterior.
Ahora bien, las semillas la consigues dentro del fruto, y están protegidos por el mismo estas pepitas están constituidas por entrelazados que tienen grasas, carbohidratos y proteínas, todos estos elementos ayudan a que desarrollen energía para la germinación como igualmente, lo resguarda de asaltos de hongos e insectos.
Raíces
Cuando estos ejemplares están en la etapa joven las raíces que tienen pueden verse fácilmente, tomando en cuenta otras especies que se localizan bajo tierra, sus raíces no se logran observar. Para el árbol de jacarandá las raíces tienen la función de proporcionar protección antes torrentes de tormentas de gran magnitud, ya que cuando estas ocurren muchos árboles son desarraigado lo que es igual sacados de raíz.
Un acontecimiento curioso es que el manto de superficie que arropa a la raíz es delgado, por esa razón cuando esta en temporada de ser podado el arbusto, se sugiere que se tenga mucha precaución cuando fuere cortado con una cortadora de césped eléctrica, para que no se efectué daños a las raíces y a todo el árbol.
Ya sabemos que a través de las raíces de cada árbol pueden tener una medida equilibrada para aportar en el desarrollo normal hasta que tenga su tamaño considerado. En este mismo sentido la extensión que logra conseguir un nivel de transcendencia semejante al área que irrumpe el árbol en su totalidad en el exterior, y todo es debido al follaje que tiene.
Cómo Plantar y Cuidar un Árbol Jacarandá
En nuestro articulo te enseñaremos como plantar este interesante arbusto en primer lugar sugerimos que selecciones muy bien, el sitio más adecuado para plantarlo, asimismo te dejamos estos consejos:
Por ser un arbusto tan importante para su consumo mucha de la información que se registra del árbol de jacarandá ha permanecido revelada solo en viveros quienes tienen catálogos con todas las enunciaciones, ejemplo de ello, el conocimiento de cuando las flores caen, quedan tendidas en el suelo como una alfombra gruesa y que por su espesor deben ser arrastradas con el rastrillo, mucho antes tiendan a descompongan.
Generalmente la limpieza con el rastrillo, resulta ser rápida, se cree que este es el motivo por el cual se plantan jacarandá árbol en la calle, y durante el proceso de desarrollo se va permitiendo que la mayor cantidad de las flores ya adultas se caigan en la acera y parte del pavimento en lugar de caer en una zona de tierra.
Otra de las recomendaciones es tener una planta del árbol de jacarandá en un espacio bastante abierto, con tierra preferiblemente arenosa donde reciba sol directo.
Muy importante también es que la tierra se conserve húmeda, en el interior, regándola con una manguera aproximadamente por media hora, con el cuidado de dejar secar entre riegos y riegos.
Cuidados
Los jacarandá requieren cuidados basados a ciertos factores que nunca deben ser obviados, cuando queremos tener un arbusto sano, fuerte y protegidos de amenazas, por lo general es común usar fertilizantes apropiados para esta planta en las estaciones de primavera y verano, en especial cuando se encuentra plantada en una maceta es importante suministrarle un fertilizante natural.
Otro de sus cuidados consiste en trasplantar el árbol cuando ya tenga en un tamaño que muestre la manifestación o la exigencia de un cambio de maceta de inmediato, y esto ocurre cada cierto tiempo. A la par, con las estaciones antes mencionadas ellas indican el tiempo oportuno, también para la poda de su superficie, teniendo mucho cuidado para lograr la conservación de la forma del arbusto.
Así, con la misma dedicación se recomienda colocar o ubicar el árbol a temperaturas constantes, particularmente en los días que resultan ser más calurosos en ciertos tiempos del año, inclusive se puede dejar en el exterior asegurándose que este situado en un sitio bien iluminado con la luz del sol.
En sus cuidados en el caso de permanecer en la maceta es importante no quede estar atentos en que a) no este almacenada mucha cantidad de agua b) que tenga un excelente drenaje, para que no se enfermen sus raíces. Cabe destacar que en este orden el riego debe ser efectuado cada tres días con el propósito de que la tierra junto al sustrato apropiado este húmedo.
Poda de la Jacarandá
La labor de la poda es parte del cuidado que normalmente se realiza a este arbusto de jacarandá por lo general incluye poda positivamente.
Como parte de embellecer y dejar desarrollar el árbol, para luego ver sus hermosas flores, y sus ramas más pequeñas, igualmente requieren ser delicadamente podadas solo en la iniciación de la primavera.
Se aconseja podar los brotes que salen y crecen de modo vertical y conservar al tronco principal y todas las demás brozas que han salido del tallo central.
Floración de la Jacarandá
El Jacarandá mimosifolia, se ha distinguido por engendrar interesantes flores de color azul púrpura que embellecen con su colorido la superficie del suelo haciendo que luzca una alfombra o capa extendida cuando caen al suelo. Este evento es en parte lo que ha motivado a diversos jardineros a plantar jacarandá ya que esperan con esperanza ver las flores cada año.
Por las características del árbol jacarandá se llenan de emoción sus cultivadores por lo que suelen ser árboles caprichosos, y lograr que una jacarandá florezca puede ser un reto, que puede ser posible. Ahora bien, es importante que tomando en consideración estos supuestos se tome en cuenta todos los factores para que florezca una jacarandá, observando los siguientes:
Edad de la Jacarandá
La forma en la que ha sido plantado el árbol puede influir mucho para ver florecer por primera vez, regularmente está indicada entre dos y cuando mucho hasta catorce años después de su plantación. Un dato bastante, extenso.
Por otro lado, estos árboles injertados fluctúan en producir sus iniciales flores al primer año edad. Ahora, los árboles cultivados a través de semillas suelen durar mucho más tiempo.
Fertilidad del suelo
Algunos cultivadores opinan que los arbustos jacarandá florecen mejor en suelos pobres, a según su opinión estos le favorecen.
También citan los plantadores que el exceso de nitrógeno ocasiona grandes preocupaciones cuando ve tardar la floración de la jacarandá.
En este respecto señalan que el nitrógeno promueve el crecimiento del follaje, y esto está lejos de ayudar en el proceso de las flores, es decir, las especies de jacarandá, si se les coloca mucho fertilizante nitrogenado no florecerán. Inclusive aun el césped cercano puede eliminar la floración.
Luz solar y temperatura
Siempre las condiciones perfectas para la floración de las jacarandá han estado fundamentadas en el recibimiento total de sol directo, es decir, progresan en clima cálido. En particular la jacarandá árbol, no producirá un florecimiento completo si no reciben al menos seis horas de luminosidad solar cada día. Como tampoco podrán florecer en climas excesivamente fríos, con la particularidad que luzcan saludables.
Humedad
Lo fundamental que producen estos tipos de árboles jacarandá es el acontecimiento de multiplicar o acrecentar más su cantidad de flores durante las sequías, y lo segundo es que tienden a desarrollarse mucho más en suelos o superficies arenosas y bien drenados. Por lo antes mencionado debes vigilar de no humedecer en exceso tu jacarandá.
Viento
A pesar que estos árboles son de climas tropicales se considera que las brisas saturadas del olor y sabor del océano pueden perjudicar una jacarandá y la consecuencia de esto se manifiesta en la supresión de la floración. Por lo tanto proporcionar protección o en sus efectos plantarla lejos de la exposición del viento puede ser acertado para que ocurra la floración.
Tiempo de crecimiento
No en todos los casos del jacarandá árbol, puede progresar satisfactoriamente, si no recibe las atenciones solicitadas para desarrollarse en condiciones saludables, de forma directa nos referimos explícitamente al tipo de suelo como de igual manera, al clima que abrirá paso a conceder un crecimiento aproximado de dos metros por año.
Hasta que consiga obtener 8 y 12 mt para que sea este momento estaríamos hablando cuando tenga una edad o tiempo de 4 y 5 años, en donde el árbol empieza a disminuir el crecimiento. Cabe, además, resaltar que este árbol caduco tiene la peculiaridad de tener órganos femeninos y masculinos, una virtud muy poca vista y enunciada en los arbustos, no obstante, del mismo modo afirman que logra vivir unos 40 o 50 años.
Propiedades
Las bondades que están concentradas dentro de la composición del jacarandá árbol la puedes encontrar en la corteza, hojas y flores, de estas emanan propiedades que la han catalogado como antiespasmódica, anti tumoral y antiséptica. También gracias a sus beneficios es usada en toma de infusiones con sus flores, hojas y corteza, para tratar afecciones gastrointestinales, para la disentería amebiana y otros padecimientos.
Usos
En lo tocante, a los diversos usos que por décadas se le han dado a estas distintas especies de jacarandá en las zonas donde se encuentran plantados, se usa por lo general la flor para la preparación exclusiva de infusiones como lo mencionamos antes, estas con carácter de tratar asuntos relacionados a varios padecimientos, también estas mismas flores la usan para realizar licores (vinos).
En ese mismo sentido, hacen una variedad de miel o almíbar y también crean exquisitos perfumes. Otra de las utilidades que se pueden tomar de estos árboles es el uso de muro, como separaciones de jardines o en forma de pared. Muchas personas lo conservan en el jardín para disfrutar el aroma que invade el ambiente.
Por lo extraordinario de su fragancia, muchos viveros ofrecen además de las flores, tallos hojas y partes del árbol para diferentes fines. Igualmente, ciertos países le dan el uso a los árboles en forma alineados para que luzcan una especie de caminos. Otros usos del jacarandá están basados a supersticiones místicas.
Enfermedades y plagas de las Jacarandá
El árbol jacarandá, son bastante sanas y no presentan complicaciones algunas, como otros arbustos el problema que suele surgir como todo es con algunos insectos y algunas veces con dificultades culturales.
No obstante, el árbol igualmente puede llegar a ser susceptible a una enfermedad o padecimiento muy fuerte, de estos podemos mencionar una infección bacteriana mortal.
El árbol jacarandá, suele padecer por causa de pulgones, esto se ha visto mucho en algunos jardines, en el cual se han propagado estas plagas en otras plantas de jardín.
Como existen ejércitos de plaga o de insectos, los que atacan ferozmente a este árbol son los destructores trips, que al tener contacto con las ramas infectan gravemente las hojas.
Un modo de que te deshágase por completo de estas plagas inapropiadas plagas es con jabón potásico o el estupendo aceite de neem, con un rociador cubre las ramas y las hojas.
Se ha comprobado científicamente que la ausencia de agua o el exceso de fertilizantes, son elementos que afectan de manera contundente la salud y estabilidad de los árboles de jacarandá.
Necesariamente el riego que se requiere realizar a estos árboles son cada quince días que comprende a dos semanas obligatoriamente en la temporada de crecimiento, le tienes que propiciar un regadío largo y lento. Preferiblemente libre de fertilizantes, le va mejor sin el.
Debes de tener cuidado de no hacer una poda excesiva o que, al momento que lo plantes sea el mejor lugar para la plantación es decir nunca lo siembre en sombra ya que, impedirá que tu jacarandá árbol florezca. Otro factor muy nombrado que puede traer deterioro es el clima excesivamente frío.
Particularmente tu arbusto no es resistente al frío es bastante sensible a heladas y en consecuencia suelen estropearse gravemente.
Los insectos (plagas), trips recurrentemente infectan al jacarandá árbol por transportar la mortal bacteria Xylella altamente pesada. Ahora bien, cuando un árbol está enfermo, ya infectado se despliega la enfermedad, y una vez que esto sucede, no se puede hacer nada por el arbusto porque para tal padecimiento no hay cura. Cabe mencionar que la bacteria Xylella, produce la peor de las complicaciones del árbol de jacarandá.
Identificar la enfermedad de las Jacarandá
En los casos de observar un decaimiento en el arbusto lo principal es diagnosticar los síntomas de la enfermedad o del padecimiento para saber a qué se deben las hojas amarillentas esas que particularmente aparecen con bordes oscuros. En muchos casos valga la redundancia es debido a las bacterias que se originan del exterior de las hojas introduciéndose rápidamente el interior.
Estas transitan mediante todas las ramas, y a su paso van tapando los conductos del xilema, sabes aquellos que son encargados de transportan el agua, y con ello hacen que el árbol muera. Sin embargo, es bueno señalar que parte de las dificultades de raíz del árbol Jacarandá es causado muchas veces por no recibir un cuidado correcto.
Cabe decir, que, la jacarandá demanda de un suelo muy bien drenado. Ya que, se ha visto que, al tener un drenaje deficiente, indiscutiblemente el árbol consigue desarrollar podredumbre radicular que en su mayoría es producida por hongos, es frecuente que el problema tienda a desarrollarse desde las raíces. Este es el mayor problema en estos perjudiciales de la pudrición de raíz y tallo atacan la madera.
Ventajas y desventajas
Por las consideraciones anteriores que hemos citado de todo lo que comprende la importancia de este árbol, el mismo que es bastante apreciado en diferentes países y en sus regiones para sus usos decorativos, comerciales y medicinales, observamos pues, que, posee numerosas ventajas y por lo general son pocas o escasas las desventajas.
Por consiguiente, especificar las ventajas del árbol nos revela grandes hallazgos, que en mayoría tiende a enfocarse con fines comerciales ya que, personas con propiedades de tierras pueden aprovechar fácilmente el cultivo de estos árboles para tener su propio negocio que luego son de usos decorativos más que todo puedes buscarlos en viveros, por sus delicadas características.
El jacarandá son utilizados para numerosos diseños paisajistas, ya que tienen la particularidad de ser agradable a la vista, lo utilizan de modo ornamental para hermosear cualquier parte en donde se encuentren. Es así mismo, parte de la naturaleza que se ha destacado en realzar el paisaje de laderas y otras zonas.
Una ventaja muy importante que debe ser expuesta es que la jacarandá tiene la peculiaridad de prevenir distintos tipos de erosión e igualmente, eventos circunstanciales de inundaciones, y como si fuera poco también originan mucha cantidad de oxígeno, además ejecutan un proceso bastante necesario como trabajar en la filtración del carbono.
Este significativo arbusto colabora con la conservación del ecosistema, siendo como un centro de acopio a muchos aves, pájaros e insectos de modo que cada uno de estos entre otros cumplen una función determinada en la naturaleza que contribuye con el progreso del hábitat en relación con la polinización, que sin duda es parte de las ventajas más significativas, por la permisividad que se multipliquen las especies vegetales.
El tamaño y el distinguido follaje de estos árboles proporcionan gran cantidad de sombra y en sus efectos producen un clima muy favorable. Agregado a esto cautiva una enorme biodiversidad (especies tanto vegetales como animales) en diversos lugares o zonas estos árboles son usados para decorar las épocas de navidad.
La mayoría de las desventajas que se aprecian refieren: a la particularidad de causar daños por las numerosas raíces que tienen y que la mayoría son visibles cuando son aún jóvenes ya que se forman de manera casi exterior. Por lo tanto, es recomendable que el plantío de estos arbustos se dé en zonas retiradas de viviendas, colegios y otros.
Ellos encantan por su belleza, pero de igual magnitud se debe tener mucho cuidado, ya que el daño a la infraestructura es inminente, por la búsqueda de agua natural que efectúa al ir en pos de ella, ocasionan grietas y muchas complicaciones (levantamientos de tuberías, y otras) por causa de sus raíces.
Mitos sobre el Árbol de Jacarandá
Como resultado a todo lo demostrado de en los usos y de propiedades del jacarandá árbol, muchas personas supersticiosas han llegado a señalar que estos arbustos poseen propiedades mágicas (místicas), estas creencias son acreditadas un una larga década.
Es decir, la concepción de lo señalado viene de tiempos antiguos en donde se cree que tiene un poderos efecto la flor de la jacarandá por ejemplo: si sobre la cabeza de un individuo cae una de estas flores, le producirá la atracción de muchas acontecimientos buenos para la vida de esa persona en particular.
Otra facultad que le han delegado a este árbol, es que supuestamente esta unido a los efectos del renacimiento, lo que es igual resurgir, dar vida o resucitar algo. Igualmente lo consideran como el símbolo poderoso para atraer la felicidad, algo parecido al romanticismo, que luego que la flor cae sobre la cabeza de la persona empieza a fluir el poder del amor y el encanto.
Vale mencionar que por estas ideas muchas personas tienden a usarlo como un amuleto. Por tal razón, las hermosas flores juntamente con las hojas son tomadas para construir amuletos o algunas de sus formas para hacer rituales que están fundamentados para atraer la prosperidad el amor y por ende la felicidad a las vidas de estas personas.
Para ello también se toman el compromiso de preparar extractos para darse baños tibios con las flores del árbol ya mencionado, a según estos baños proporcionan relajamiento a individuos con padecimientos depresivos, una vez efectuados los baños con el extracto de flores se calmar la ansiedad y otros malestares.
Los miramientos a las creencias y practicas espirituales de antiguos jefes de tribus muchos de ellos pertenecen a un pasado lleno de enigmas. Ahora bien, de la Amazona sale una leyenda asignada al Jacarandá esta relata que:
“un cierto día apareció una preciosa ave (pájaro), dicen que se posó sobre una de las diversas ramas de un jacarandá árbol, pero él no estaba solo, trajo consigo una exótica mujer muy agraciada por su belleza, según dicen era sacerdotisa de la luna. Ella estaba en el lugar con un determinado propósito supuestamente la leyenda.
Mencionan que se bajó del árbol y por un tiempo convivió mezclándose con las personas de aquella aldea, compartió con ellos, todos sus sapiencias y saberes revelándoles su extraordinaria sabiduría. Ya después de haber cumplido la misión volvió al árbol donde había descendido y lo colmó de muchas flores, de inmediato subió al cielo para reunirse con su magno amor, que era el hijo del sol”.
Como podemos observar son diferentes mitos que pueden salir de estos arboles, ya hemos mencionado que mayormente estos proceden de originarios pasados, pero por encima de mitos, leyendas y creencias el jacarandá tiene muchas bondades que son aprovechadas por el hombre en la actualidad.
Distribución
Es mucho lo que se comenta de forma popular del jacarandá árbol, se sospecha que parte de estas observancias es lo que hasta cierto punto ha hecho que sea distribuido de la manera que se ha logrado expandir luego de su lugar de origen nativo, es decir, a otras naciones como: Bolivia, Perú, Brasil, Paraguay y asimismo, hacia el norte y nordeste de los territorios argentino como también al norte del Uruguay.
Hablemos un poco sobre su estancia en Paraguay: se dice que prácticamente se encuentra plantado el árbol en todo el país, especialmente en toda la franja oriental, igualmente, está en la zona occidental llamada, igual Chaco, conjuntamente con otros géneros los Urundey, y diversas especies de Quebracho, que forman arrecife de árboles de considerable tamaño, que con el tiempo se ve mermando su presencia por la falta de humedad, por estar seca o árida la zona.
El tiempo de crecimiento del árbol jacarandá es muy tomado en cuenta en unas cuantas regiones adyacentes del Chaco Boreal, recordemos que su desarrollo pende de las condiciones climáticas. Ahora bien, en los lugares limítrofes del Chaco se han visualizado algunos ejemplares de estas especies, estos sitios son los cañones de Cerro León y la zona bajas contiguo de Filadelfia.
En la distribución del jacarandá se introdujeron muchos arbustos en otras zonas no correspondientes a su lugar de origen, lógicamente por la importancia que este proyecta sea habituado y igualmente cultivado con fines de usos ornamentales: en diferentes espacios de la provincia de Buenos Aires (Argentina), en las regiones de Ecuador, en Santiago de Chile y el centro-norte del mismo país, también en el llamado altiplano de México.
En los estados de Florida, en el sur de Texas, California, en Lafayette, en España, en el sur de Luisiana, en gran extensión de la Península de las Islas Canarias, en el sur de la nación de Portugal, en la parte sur del país de Italia, en las islas de Hawái, exclusivamente en el sureste y suroeste de Australia e igualmente en Sudáfrica.
Debido a esta distribución sucedió un evento histórico para la metrópoli de Buenos Aires, en la fecha 2015, donde la Legislatura distinguió al árbol con un distintivo al género o variedad de Jacarandá mimosifolia, de igual forma se distingue como el jacarandá o tarco. De inmediato fue incorporado al monumento “paisaje porteño” que tuvo lugar en fines del siglo XIX.
Evento que le acredito ser el principal del arbóreo que adornan calles y plazas constituyendo parte de formaciones de todas las Avenidas de la localidad (San Juan y Callao, en Plaza de Mayo, Plaza Italia, entre otras plazas y avenidas). En la actualidad se encuentran plantados más de 11.000 ejemplares aproximadamente de lo que cabe mencionar 1.500 de estas especies están ubicados en espacios verdes.
Hábitat y cultivo
Con lo que respecta al hábitat y al cultivo del jacarandá árbol, diremos que plenamente identificado al clima de lo cual comentaremos a continuación:
- Su hábitat natural: vive en bosques designados caducifolios tropicales.
- El clima: que requiere es identificado con aquellos que son de temperaturas mayores a 1°C por la sensibilidad a las temperaturas inferiores. Cabe señalar que los ejemplares jóvenes sucumben cuando la temperatura es inferior a 0 °C. Puede resistir a una sequedad no tan feroz. Necesita sol directo, aunque se adapta a sitios de semisombra. Con facilidad los vientos y las tormentas pueden derramar las ramas.
- El suelo: por naturaleza necesitan suelos húmedos, la sequía le impide el crecimiento. El pH bueno es el neutro considerado 6,0 a 7,5, resiste la alcalinidad de 8,5. La salinidad en el suelo, no la soporta. Tiene buen crecimiento en suelos de estructura areno/arcillo/humíferos, esas tres individuales, por lo general pueden prosperar en cualquier suelo.
- Resistencia circunstancial: si tiene condiciones que resisten la contaminación urbana, nunca la industrial. Cuando existe mucha contaminación ocurren cambios en el follaje del árbol se desgreña.
- Tiene un aspecto, interesante sobre todo con los cuidados de jardinería, ya que tiene mucha utilidad para decorar por la singularidad de su belleza en sus flores, se destaca en parques y jardines.
- Ante la poda tiene buen progreso, regularmente demanda podas de limpieza y artificiales. No es exigente y su crecimiento respectivamente rápido. Las heladas lo lesionan.
- Su reproducción se produce por semillas en los últimos de invierno o bien a principios de primavera. Consiente difícilmente el trasplante en época de primavera u otoño.
- Puede verse visto atacado por enfermedades y plagas: tiene una fuerte resistencias a estos y cuando logran afectarlos pueden ser por: los denominados hongos: Capnodium citri (fumagina), Xanthormonas glandis y pulgones.
Toxicidad
Al hablar de toxicidad nos referimos al riesgo que se puede correr si por error o desconocimiento se consume esta planta, por ello se recomienda tener suma precaución por la consecuencia venenosa que se puede liberar al manipular sus ramas, otro efecto negativo es una irritación en la piel.
Taxonomía
La clasificación del jacarandá mimosifolia fue detallada y catalogada por el botánico o herbario David Done en el año 1822, los hallazgos expresados y publicados en Botanical Register. Citaban que de la jacarandá árbol existen 50 especies.
Nombre Común/Científico
De acuerdo a la ficha técnica del árbol jacarandá, este citado arbusto según su especie se ajusta a diversos nombres de lo que enunciamos los siguientes:
-Nombre Común/Castellano: conocido como jacarandá, o tarco. Asimismo, ha sido identificado de modo equivocado con el distintivo de palisandro, resaltándose que el real «palisandro» es en su contexto el palisandro africano que también es Dalbergia cearensis.
-Nombre científico: científicamente es denominado: Jacarandá mimosifolia, por su distinción latina vernácula señala que mediante este refiere el significado (nacido en casa). Del vocablo hakua (Brasil).
Otros nombres comunes en Paraguay:
- Avañe’ẽ (dialecto guaraní): jacarandá árbol, karoba, ka’i jepopeté
- Ayoreo: gejnuá o ejnua.
- Enlhet: acpehec.
- Lenguaje menonita: kekeraundaboom.
- Maskoy: akpahek.
- Nivaclé: sivavayuc.
Etimología
Jacarandá: la expresión señalada emana del vocablo latín que identifica su nombre, vernacular natural brasileño en las localidades de tupí, yakara’na, erigido con los vocablos hakuã, que lo describe por poseer perfume, concentrado, es decir, muy «fragante».
mimosifolia: por otro lado, su vocablo ha sido cimentado con los expresiones «mimosa», que es igualmente procedente del latín mīmus, del denominado (griego μίμος), que también añade a las otras terminologías de: actor, mimo, que vinieron ser originarias de la locución ‘mimosa’ que apunta a la facultad de algunas de sus especies apartadas de manera de mimos las cuales tienden a contraerse para enunciarse, su hoja (fǒlǐum, -ǐi), hojas que son semejantes a las de una mimosa.
Sinonimia
De la particular sinonimia de la jacarandá árbol, se puede notar la siguiente identidades o analogías:
-Jacaranda chelonia Griseb.
-Jacaranda ovalifolia R.Br.
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